Era principios de 1989 y Mark Massel estaba pensando en dos de sus temas favoritos- economía y ayudar a los demás. Después se retiró de las carreras prestigio de economista, abogado, consultor internacional y autor, que la preocupa era la déficit presupuestario que padece el Condado de Monterey bibliotecas libres. Fondos del gobierno estában en descenso y sin suficientes fondos para los gastos de funcionamiento los numerosos programas especiales ofrecidos a los residentes del condado a través del sistema de bibliotecas estaban en peligro.
Con el aliento de su esposa, Katherine, Mark decidió a dejar en su fideicomiso un legado de $100.000 a la bibliotecas del condado. Era la esperanza de su regalo que contribuirían a apoyar servicios de biblioteca en todo condado de Monterey y a ampliar y mejorar los servicios para satisfacer las necesidades del condado de población creciente y cambiante. Su visión, como siempre, sin embargo, no se limita a una de corto plazo “de rescate”. El donacion se hizo con la condición de que se celebre por el tesorero del Condado y, a continuación, tras el establecimiento de la Fundación para las bibliotecas gratuitas del Condado de Monterey, que se van a transferir a la Fundación para un doble propósito: para complementar las fuentes públicas para operar servicios de biblioteca y los programas y para actuar como “capital semilla” que atraer a más donaciones caritativas.
La primera década de la Fundación’s historia ha estado llena de una puntuación de éxitos y muchos cambios. Desde el principio, hemos contado con el apoyo y liderazgo reflexivo de Katherine Massel. Aunque se retiró del servicio activo a la Junta de Directores en 1998, le ha seguido siendo una inspiración y un gran mentor de la junta, su personal y todos aquellos relacionados con la labor de la Fundación.
Tras la muerte de Mark en abril de 1989, a continuación, Bibliotecaria del Condado Dallas Shaffer y un dedicado grupo de los residentes del condado destacado en la aventura de crear una fundación. Impulsado por la enorme fondo inicio, Dallas fue acompañado por otros como Nancy Ausonio, Jim Bower, Mark Engle, Katherine Massel, María Hutton, Doris Jones, Ira Lively, Marlys Maher, Kitty Maste y la tarde Roger Williams, quien junto embarcado en un curso de sensibilización dinero adicional. Al mismo tiempo, han trabajado incansablemente en la formación preliminar y etapas de la planificación de la nueva organización de beneficencia.
La Junta de Supervisores en la Resolución de 24 de octubre de 1989, reconoció el establecimiento de la Fundación para las bibliotecas gratuitas del Condado de Monterey. Poco tiempo después, el fundador de la Junta de Directores causado los artículos de la incorporación a la California Secretario de Estado, entonces, el IRS le confiere ” 501 (c)(3), y la fundación nació oficialmente.
Los primeros años tuvo muchos logros. La sucursal Seaside biblioteca empeso el primer Centro de tareas en 1991 con una donación de $5,000 de la Fundación Dunspaugh-Dalton. En mayo de ese año FMCFL Junta de Directores se han comprometido a recaudar $325,000 para apoyar la expansión del programa a otros sitios, así como el incremento de la frecuencia de servicios móvil, dar a los funcionarios y los materiales para los programas de alfabetización y adquisición de nuevos libros para niños.
En junio de 1993, con el apoyo del famoso autor de libros infantiles, Beverly Cleary, la Fundación lanzó un nuevo móvil de $125,000 que sirve norte del Condado de Monterey. Los lectores de la Seaside sucursal Biblioteca acceder la Internet en noviembre de 1994, y en septiembre de 1995 tambien empesaron servicios móvil para la sur del Condado. Recientemente, un Safari Alfabetización lectura Van fue añadido a la flota, diseñados para proporcionar servicio gratuito a los Hogares de Cuidado Infantil, centros de cuidado infantil y preescolar.
Con fondos aportados por la Fundación, programas de lectura durante los meses de verano florecido y en 1997 más de 9,000 jóvenes se han beneficiado con el programa. En 1998, el Consejo de Administración había aprobado su primera vez de seis cifras presupuesto anual para apoyar diversos programas de biblioteca. A partir de un presupuesto operativo de sólo 15,000 dólares en 1991, la Fundación ha seguido creciendo y al final del año 2000 prevé un presupuesto anual de más de 370,000 dólares para el próximo año fiscal.
Le damos las gracias y aplaudir a todos los que han dado un valioso tiempo, dinero y otros recursos para ayudar a la Fundación “ventanas abiertas a un mundo más grande” para los residentes y visitantes a Condado de Monterey.